viernes, 23 de junio de 2017

Cuando le temo a las mariposas



Cuando le temo a las mariposas, las veo inocentes del dolor que me harían.
De mi grito ahogado de impotencia.
Me clavan el inevitable momento en que despertaré sin sus patas en la cara; y no me levantaré si no es para que juguemos hasta que me muerda.
Me hacen sentir la ausencia de cada ser vivo que amo.
Cuando veo mariposas me quedo quieto, las miro y no puedo no estar atento a la curiosidad que me rodea.
Me hacen olvidar el tiempo, el día y la hora.
Me lleno de belleza, de caos, de naturaleza, de análogo, de flujo vital y de lo que creo divino.
Si dios existe díganle que hizo un trabajo de justicia en la mariposa.
Si alguien más se siente así frente a una mariposa debe saber que es verdad, la muerte es inevitable. Es latente. Haces bien en sentirte así, porque te aflora lo valiente, eso que tal vez está escondido en tí.
Si es así, nunca olvides que entre la mariposa y tú hay un universo que los une. Hay un sol que no hace diferencia entre ustedes.
Fijate en las formas de sus alas, los colores que tiene, las figuras que forman sus manchas, las vetas de sus alas.
Mira su cuerpo, sus ojos, su cara, sus extremidades.
Ojalá aprecies su fuerza y su pequeñez. Y cuando te sientas débil, recuerda a la mariposa y todo lo que puede provocar en alguien con su sola presencia, a tí, un gigante inteligente, con lenguaje y tecnología.
Nunca te subestimes y nunca subestimes a una mariposa.

viernes, 3 de marzo de 2017

El gato de arriba


-¿Quién eres?
- El gato de arriba
- ¿de donde?
- de allá, arriba
- ¿qué haces acá?
- por fín logré salir y bajar
- ¿te arrancaste?
-¿arrancar? ¿por qué arrancaría?
- no lo sé, estaba adivinando
- ha…
- entonces… ¿porqué estás aquí?
- curiosidad

lunes, 20 de febrero de 2017

El eco

Todo es energía, toda energía genera movimiento, ondas, señales…
El eco es la consecuencia de la existencia de toda energía.
El eco es cada acto que recordamos que haremos, en una ciclo repetitivo,
controlado por ecos previos.
Por ecos que no vienen de nosotros.
Ecos de eras antiguas.
Eco de un origen dogmático.
Ecos de nuestra mente.
El eco de cada idea, de cada miedo, de cada acción.
Tal vez somos el eco constante de un pasado continuo? Sin tiempo y sin espacio.
Tal vez nuestra presencia en la realidad solo la vivimos mediante una percepción del eco de nuestros actos.
Si nada permanece y todo se transforma… qué es ese eco que sentimos y llamamos realidad?
Y si lo que somos no es lo que percibimos?
Y si somos la conciencia que produce ese eco?
Y si ese eco es el registro de que existimos?… como una fotografía, como un recuerdo
Tal vez el eco es lo único que nos permite creer que existimos.

Hombre común

Su melodía se extiende como un eco.
Nace en un lugar donde no hay tiempo ni espacio, buscando y encontrando la vida en una vibración constante de energía.
Su conciencia yace dormida, descansa en la inocencia.
Cuelga desde el silencio.
Poco a poco va entendiendo que lo que ve y siente es él.
Eso que ve son sus manos y lo que toca es el pelo de quién lo cuida.
Con el tiempo se hace carne y olvida su melodía, su silencio.
Se aprisiona en el tiempo y el espacio.
Comienza a creer en sus sentidos.
Se levanta.
Tiene el mundo a sus pies.
No sabe que es él quién cuelga del mundo.
Cree que su nombre es “No hagas eso” y que su apodo es “Quedate tranquilo”.
Su universo está limitado por cuatro paredes.
Donde vá siempre hay cuatro paredes…

Un día a la vez…
Un día a la vez…

Duerme, come, calla, estudia, trabaja, paga, opina con mesura, piensa algo que ya se ha pensado…

Un día a la vez…
Un día a la vez…

Ekaven le nombraron. Vive en un lugar llamado Kiche la capital del sur de Ricamen, su mundo. Aprendió a vivir entre todos. Sin que lo noten, no por que le guste o lo necesite. No lo notan porque el mundo está en una sobrepoblación sin precedentes. Matemáticos y científicos, políticos y activistas… nadie pudo evitar que llegaran a este punto. La población se multiplicará 17 veces en los próximos 3 días. La comida alcanza para el 3% de la población actual.

Viajes interestelares en busca de un nuevo hogar que destruir, comida sintética, abortos masivos, sentencia de muerte por todo delito, un hijo por familia. Fichas a cambio de la vida. La vida a cambio de comida. La edad máxima permitida es de 40 años, luego de eso el ciudadano es cosechado para producir combustible, comida, abono, etc. Ya no quedan otras formas de vida, solo hologramas, cibernética, tecnología y ficción.

Ekaven despierta en su cápsula de sueño, quita la intravenosa donde le entregan la comida con la que debe aguantar el día, se levanta para ir a trabajar. No recuerda haber usado algo que no fuera su uniforme amarillo con una línea azul en el centro. Es la única forma de que no lo maten para usar su cuerpo en el mercado negro. Su uniforme dice que es quien hace un trabajo que nadie más sabe hacer, un trabajo que lo hace invisible.

Al llegar a la planta nadie lo saluda y el no saluda a nadie. Entra en su laboratorio acompañado de solo 3 elementos: un microscopio, un telescopio y un DMI (Dispositivo Mundial Interconectado). Su mesa es adornada por una figura de Ech. Le recuerda a su madre. Ella le contó quién era Ech o más bien que era ser un Ech. Pero nunca entendió a qué se refería con esto. Cómo una persona pasa a ser un estado? Su formación científica lo alejaba de entender y mucho menos creer en esa teoría.

Su reflexión se ve interrumpida por la intromisión de Nhiel uno de los pocos autorizado para distraerlo.

- Ekaven, vida eterna para ti.
- Vida eterna para todos.
- Dieron la orden de parar... de ir a nuestras casas, ya no alcanzamos a lograrlo.

Quieto, frustrado, una emoción que nunca antes había sentido recorre su cuerpo. No puede creer que ahí terminaba todo. Nunca se enamoró, nunca corrió riesgos, nunca tantas cosas, siempre refugiado en su mente, haciendo lo posible por encajar.

- Ekaven, estas bien?
- Necesito un momento…

Nhiel deja la habitación. Silencio. ¿Qué hacer? ¿darse por vencido? ¿seguir buscando? ¿llorar? ¿volverse loco y hacer todo lo que siempre quiso hacer?- De todas maneras habrá un caos inevitable, es mejor quedarse aquí- pensó, mientras no miraba nada, no tocaba nada - después de todo éste es uno de los lugares más seguros del planeta.

Refugiado en sus miles de pensamientos nace una idea, una visión.

La visión de Ekaven

Caos. Llanto. Gritos. Resos. Amor. Besos apasionados. Sexo desenfrenado. Mutilaciones. Caricias. Nada. Todo. Arrepentimiento. Calma. Silencio.






















Solo silencio.



























“Ekaven!!!”

Ekaven reacciona. No sabe cuánto tiempo ha pasado. Siente que la puerta se cierra. Nhiel recien ha salido.

Algo acaba de ocurrir. El tiempo… cómo pasó tanto en tan poco tiempo. Recordo a su madre.

Buscó en su DMI “Ech”...

Al cabo de unas horas había leído todo lo registrado sobre Ech. Y levanto su mirada.

“En Ech no hay tiempo, ni distancias. No existen los vicios de la mente. Solo existe emanando vida”.

No volvió a hablar. Porque ya no era necesario.
No volvió a comer. Ya no era necesario.
En él no volvieron a haber deseos ni miedo. Era solo silencio.

Nadie logró comunicarse con Ekaven.

Al cabo de 2 semanas ya no quedaban humanos. Solo Ekaven. Quieto. Inmutable.
Al cabo de 12 años su cuerpo se secó.
Comenzó a quebrarse.
Su cuerpo se volvió polvo.

Ekaven se quedó en un lugar sin tiempo ni distancias. Comenzó a volver en sí. Su voluntad lo movió por el cosmos en una danza infinita.

Tuvo su primer aliento en miles de millones de años.

Su aliento lo volvió parte de la distancia y el tiempo, chocando la órbita de un cuerpo celeste. El colapso fue indescriptible. Su conciencia envolvió cada parte del planeta que había golpeado.

Empezó la vida en el tercer planeta.






 




Millones de años después.

Corre desde una esquina a otra. Se detiene. Vuelve caminando mirando el cielo.
Corre desde otra esquina a una. Se detiene. Mira la tierra.

¿Quién es éste que corre. El que mira al cielo. El que luego corre y mira ahora la tierra?
¿Donde está el que soy? ¿o todo es una gran broma?

Toma su cola. Bosteza. Camina por el sillón hasta mi cabeza.
Juega con un lápiz. Lo bota.

¿Quién bota el lápiz?

Ché deja eso, ven mejor.

No sé como explicarlo. Soy lo que se dice un hombre. Uno tan extraordinario que ha logrado vivir la dicha de lo cotidiano. En mi interior sé que nada termina. Que estoy aquí desde el principio. Y por así decirlo, nunca dejaré de estar. Cada acto lo vivo de forma plena. Escribo mis memorias en la vida. No recuerdo las cosas porque conozco mi mente. En ella descansa el pasado y duerme el futuro. Cuelgo de nuestra madre tierra, que nos abraza con su fuerza gravitatoria en una danza de equilibrio. Mi caminar siempre ha sido una búsqueda para recordar lo que alguna vez supe. Ya entendí la trampa del tiempo. Ya no uso palabras para explicar las cosas. En la mente está el lenguaje de lo falso. En el arte está el lenguaje de lo real. Este es mi viaje, tu viaje, el viaje.

Todo comenzó siempre y todo termina nunca. Todo sucede en el mismo momento. Ese momento es el mismo desde siempre y nunca se detendrá porque no avanza, simplemente es. Mi existencia alcanza el cosmos y cada parte de él, porque nada está separado. Lo separado esta en la mente. La mente separa para entender. Para estudiar un gato determinamos partes y les asignamos nombres. Pero el todo siempre es más que la suma de las partes, ¿Por qué? Hay algo en la suma de las partes que no se puede estudiar bajo la idea de la separación. En la unidad del todo está la búsqueda última de la ciencia humana. Para entender a un hombre hay que verlos a todos como los que son. No lo que queremos que sean. No lo que creemos que son. Para entender algo debe haber amor. No como herramienta. El amor debe ser el fín. El amor no es parte del tiempo. Porque el amor no está en la mente. No se puede pensar el amor. Al momento de que la mente actúe, haciendo lo que sea que haga, ya no es la realidad. Ya no hay amor.

Encontré una droga que nunca necesito tomar y nunca se detiene su efecto. A veces la uso junto con mariguana. A veces la uso con un café. Otras veces solo la uso a ella. Me gusta creer que es femenina pero en realidad no tiene género. La existencia misma, su fragancia no cesa. La fragancia de la existencia dichosa emana como una vertiente desde mi existencia, desde mi amor infinito. Quién entienda esto miente. Quién crea en esto peca. Quién viva esto es yo. Por que solo yo he recorrido mi camino. Por que mi camino no está fuera. Mi camino, mi método soy yo mismo. En mí está todo siempre. En mí es todo siempre.

Como cual eco éste es mi mantra:

Atento, dichoso, haciendo, creando, amor, amar.

La sinfonía de la vida se refleja en mi rostro humano. En mis humanas manos vive la creación misma. En mis humanos pies existe la limpia tierra que he pisado. De mi humano sexo nacen virtudes. Cada error lo vivo con la convicción de cometerlo como quien asesina a su padre. El agua, que sabor más dulce. El vino. La cerveza. Una naranja. En la vida simple está lo extraordinario. Si te tiembla la panza al mirar de reojo un camino. Deja todo lo que estás haciendo y estés donde estés toma tu ser y sumérgete en ese camino y has temblar todo tu cuerpo. El enigma de la vida se te revela mendiante tu existencia. No hay otra forma honesta de conocer. Es aquí ahora o nunca en ninguna parte.

Si a alguien deben temer los poderosos es a mi. Porque soy un virus. Soy la semilla del nuevo hombre. Soy el primero y el último. Y deben saber que soy único pero no el único que es. Hay tantos equipos como personas, tantos grupos como individuos. Pero yo les digo que solo existe un grupo, un equipo, un hombre, una mujer. Y es la misma, siempre, en todas partes. Cuando dejemos de ver con los ojos y de mirar con la mente para contemplar con la conciencia esto habrá recién comenzado.

Mientras vuelen naves por el cosmos, aquí estaré yo en mi vida.
Cuando lleguemos al último rincón de la galaxia, aquí estaré yo en mi naturaleza.
Cuando venzamos la muerte de la carne, aquí estaré yo muriendo feliz.
Mientras planeen el futuro aquí estaré yo haciendo presente.

¡El que pierde gana! La verdad más sabia vive en la boca de los niños. Si hay alguien digno de imitar es a los niños. Ningún hombre puede imitar a otro. Los cristianos pierden su vida queriendo ser cristo. Pero nunca perderás ningún minuto de tu vida si imitas a un niño. Pero no crecerás. A cada momento su lugar y a cada lugar su momento. En cada edad eres y eres en cada edad.

Aquí es cuando entran a mi cuarto policías mentales. Nos vemos en otra oportunidad.


Declaración de principios

El viaje es lo que importa.
Llegar,
a veces,
es solo una excusa…

Si estamos es porque estuvimos.
Desde el futuro sé que fuí quién soy.
Solo saliendo de la prisión del tiempo que hemos inventado podemos entrar en la vida feliz a la que hemos venido a participar.

Todo es infinito, hacia dentro y hacia fuera. Somos tantos como queramos serlo. Hay una multitud en cada uno de nosotros. Aceptar la diversidad es aceptarnos a nosotros mismos.

Somos muchos o no somos nadie. Somos solos o no podremos estar acompañados. Crecer es hacia dentro como hacia fuera.

Tenemos todo el derecho a cambiar, a contradecirnos, a inventar, a diseñar todo lo que queramos. Que podamos comenzar las veces que necesitemos y que aprendamos en conjunto a terminar las cosas que empezamos.

Que la familia solo sea un puente para que los hijos sean hijos del mundo y no de un padre y una madre.

Que ayudar no sea interferir, no dejando hacer al otro. Que ayudar sea contemplar, enseñar y dejar que el otro se equivoque tantas veces que se transforme en su propio maestro.

Que al enseñar seamos como el viento: se siente, se sabe que está ahí, te refresca cuando tienes calor y alza el fuego cuando solo quedan cenizas. Si hay mucho viento dá frio. Si no está es porque ya no es necesario.

Así como somos, no somos. Así como estamos, no estamos. Que valoremos todo lo que dejamos de hacer para hacer lo que amamos. Que valoremos todo el cosmos que no conocemos por estar donde amamos estar. Si no estamos donde amamos, si no hacemos lo que amamos debemos aprender a amar donde estamos y amar lo que hacemos. Amemos lo que somos y lo que dejamos de ser.

No queremos destruir el sistema, queremos crear un sistema que sea asistemático. Que en cada acto exista todo el infinito, que siendo todos distintos podamos tener propósitos comunes.

Estamos aquí, en este presente, para invitarnos a ser, estar, hacer y amar todo lo que somos estando solos y en conjunto. Los caminos los hacemos las mujeres y los hombres, en la tierra solo quedan marcas de donde ya han ido otros. Si no dejamos una huella nadie podrá seguirnos y nadie podrá conocer lo que podemos crear, solo podrán creer en lo que contemos y no existen palabras para contar lo que vivimos.

Querer no es poder, conocer nos dá poder. Por más que queramos volar no podremos hasta que conozcamos cómo hacerlo. El conocer no está en la mente, está en el cosmos, en cada parte de él. Si no somos valientes no podemos conocer. El poder es la valentía. “El amor es de los valientes, no de los cobardes”.

No estamos en ninguna parte, por que todo cambia. ¿Porqué quedarnos quietos si en tan solo un instante ya no estás donde estabas, ni tampoco eres quien eras? Avanzar es ir en cualquier dirección donde tu corazón te lleve, porque si te mueves desde el intelecto no avanzas, ni siquiera retrocedes, porque desplazarse no es avanzar.

Todos somos parte de un algo donde no hay tiempo ni distancias. Si aprendemos a ir a ese lugar podemos estar en todas partes en todo momento. Ser todo es tan importante como ser nada.

Que griten los que no tienen nada que decir. Que callen quienes creen que nadie los va a escuchar. Dejemos que crean que son dueños de algo. Nosotros estaremos aquí y ahora conversando en silencio, en un diálogo tan propio como de todos, haciendo de todo momento una fiesta y de todo lugar un jardín.

Nada tenemos porque todo está a nuestra disposición. Solo usamos las cosas y los lugares para poder vivir. Solo así nunca dejaremos un lugar para ir a otro, porque nada estará separado. Nunca nos robaran ni perderemos nada, porque todo ya lo habremos usado en el momento en que lo necesitamos.

Nuestra música son composiciones que crecen con nosotros, por que no están separadas de nosotros. No podemos encerrarlas en una versión de ellas, eso sería como enjaular un tigre que solo quiere vivir en libertad, aunque eso lo lleve a su muerte.

Nuestro arte somos todos, porque no hay nosotros ni ustedes.

Barco

- Espera un poco, no te apresures, conversémoslo mañana

En su silencio pude sentir mi sangre corriendo, llegando a cada rincón de mi cuerpo. Recordé que no existe el arriba o abajo, que todo está en movimiento, que existen infinitas dimensiones y solo vivimos las que podemos.

- Lo conversaremos mañana, pero siempre es lo mismo, lo conversamos mañana y después, con el tiempo... días, meses, años y vuelve a ser lo mismo.

- Amor, eso no es lo que está pasando, tal vez han pasado cosas parecidas antes, pero uno nunca vive dos veces lo mismo, podemos hacer lo que queramos, romper el ciclo que sea, pero siempre hay un costo cuando uno busca la libertad y a veces por evitar ese costo volvemos a viejas costumbres que nos permiten estar en una especie de “zona de seguridad”.

- ¿Y si viajamos y viajamos y viajamos? Sin parar, hasta que se termine todo.

- Para eso hay que tener dinero o alejarse de la zona de confort, osea, vivir más austeramente, cambiar de modo de vida. Entonces o ahorramos para viajar o abandonamos el barco y viajamos trabajando en diversas cosas en el camino.

- Pero, debe haber una tercera y cuarta opción, tú mismo lo dijiste, podemos hacer lo que queramos, mientras, ahorrar para viajar es la opción.

El árbol

Al ver el árbol, se nos olvida la ventana.
El color, la forma, la mente, seguir el hilo, ensimismado, la veo.
Supe que pronto estaría tomando desayuno en su cama.
No en la mía.
La mía es un sillón.
En el sillón no se duerme, se vive.
Se trasnocha.
En él estaremos antes, en ese sillón me tengo fé.
Ahí estaremos, de frente.
La ventana.